Mi Viaje a Ecuador, por Silvia Cando Pérez

Esperé mucho tiempo, meses, semanas para viajar a mi país; cuando supe que iba a viajar empecé a hacer compras para cada uno de mi familia, regalos para mis padres, compré de todo y arreglé las maletas para viajar. ¡Estaba tan nerviosa con todo el equipaje que llevaba…!

Cuando llegué a Ecuador fue tan maravilloso ver a toda mi familia después de tantos años. Sobre todo a mis padres. Nunca me imaginé volver a estar con ellos, cada día salía a pasear a visitar a la familia con mi madre. Viajé a la playa unos días y lo pasé muy bien recordando de todo. ¡Fue tan bonito ir a visitar a mi familia…!

Me encontré con mis amigas, me invitaron a comer. Lo que más me gustaba comer eran las humitas de maíz con café , los platos típicos de mi país , también visité la laguna de Yaguarcocha, zona turística donde venden las empanadas, el pescado asado, caña dulce, ponchos tejidos con sus propias manos…

Estoy deseando volver pronto a mi país, para ver a mi familia…

La emoción de la despedida, por Helen Valencia Medina

¿Conoce el ser humano cuál es el motivo que impulsa a las personas a emigrar dejándolo todo, sus raíces, familias, costumbres, amigos y hasta su propia identidad?

Hablo por propia experiencia. La primera razón: estar junto a mi pareja…, pero eso implica dejar a mis hijos a cargo de mi madre. Esto es como una cadena, primero mi marido, dejando a sus padres, mujer e hijos; después yo , dejando en este caso madre, hijos y demás familiares, y todo esto para darle mejor calidad de vida a mis hijos. Entiéndase por ello, educación, y que no carecieran de cosas materiales como las que tuvieron sus padres. Pero lo que no se sabe a ciencia cierta es si vale la pena hacer semejante sacrificio, esto es como jugar a la lotería: a veces se pierde y a veces se gana.

Emigrar supone en ocasiones la desintegración de la familia, divorcio, fracaso en los estudios de los hijos…

Salobreña, por Fernando Pérez Guijarro

Imagen de Wikimedia.

Desde el castillo, ubicado en lo alto de la montaña, visualizando parte de la costa, se confunde el mar con el horizonte, viéndose por un lado el mar y por otro la montaña con la nieve en el invierno.

Las cuatro torres del castillo se componen de: la Torre del Homenaje, la Torre Nueva, la Torre del Polvorín y la Torre Vieja. Huelga decir que su construcción estuvo motivada por razones defensivas.

En la época Nazarí fue utilizado como prisión real y fueron varios los monarcas que estuvieron en prisión, como Mohammed VIII, Abu Nasr Sad y Muley Hacén.

Salobreña en su entorno es un pueblo que fue inexpugnable para ser conquistado, el centro histórico está formado por varios barrios (La Loma La Fuente y El Brocal entre otros), que conservan lugares asombrosos y con una estructura auténticamente medieval que te pierdes entre callejas, recodos, portones, pasadizos, etc.

Entre sus monumentos y enclaves más interesantes destacan el Castillo Árabe, la Iglesia Mudéjar del Rosario, la Torre del Brocal, la Bóveda de la Plaza, el Paseo de la Flores, los Miradores del Postigo y el Albaicín. Sin olvidar la Muestra de Arqueología de Salobreña, que resume la dilatada historia de la villa mediante maquetas, cerámicas, utillajes y expositores.

Visitar dando un agradable paseo por el Parque de La Fuente, con su estanque, jardines, pájaros tropicales y espacios de juego para niños, o el Peñón de Salobreña, necrópolis paleocristiana, en el Paseo Marítimo y desde el que se puede ver una bonita panorámica de la Costa Tropical y de la vega con Salobreña al frente. Es de gran interés la única Fábrica de Azúcar de caña en funcionamiento de Europa. Contiene un pequeño museo y una maqueta de todo el proceso de transformación de la caña.

Mi viaje a Alicante, por Carmen Laguna Jiménez

Imagen de Wikipedia.

Este fin de semana fui a Alicante. No me ha hecho muy buen tiempo. Llegué el sábado y me hospedé en un hotel céntrico, me dieron una habitación muy alta y tenía unas vistas muy bonitas.

Desde mi habitación veía el puerto marítimo. Dejé las cosas en el hotel y bajé a la playa. Estaba lloviendo, pero no me importaba porque no hacía frio. Entonces me fui a tomar un chocolate con churros a la chocolatería Valor

Al día siguiente hizo muy buen día. Fui a la playa a pasear y me senté en un chiringuito a tomar una Coca-cola y por la tarde empezó a estropearse el tiempo y decidí irme al hotel. El lunes me vine a Madrid, aunque deseando volver al sol de Alicante.

Duerme, hijo mío, por José Luis Seoane Otero

Tus ojos brillan como la luna,

Tus manos acarician mis mejillas,

Pero a lo lejos se divisa una urraca

Que se posa en tu hombro,

Y contemplándote, te canta una canción.

Una canción que se funde en mil colores,

A tus pies nacen tres rosas,

Rosas que mecen la cuna de un niño que va a nacer,

Pero tú no estás ahí.

Tus ojos lloros, se esconden dentro de mi corazón,

Corazón, corazón, que llora, por el llanto de un niño.

Que va a nacer,

Llora, llora que mama está contigo

Y cantándote, te dice, duérmete, duérmete, hijo mío.

Por qué mama está contigo...

Duerme, duerme, porque tú eres lo que yo tengo hijo mío.

Fiesta de San Nicolás, en Bulgaria, por Elitsa Asenova

La de San Nicolás es una de las más grandes fiestas familiares que se celebran en el invierno. San Nicolás es reconocido patrón de los mares, de los marineros y de los pescadores, y le honran también los banqueros y los comerciantes.

Es famoso por sus milagros, consistentes en rescatar a los marinos y a los barcos de las tormentas marítimas. La imaginación popular, sin embargo, hace pensar a las gentes que el santo provoca las tormentas y los huracanes. Y así, cuando se enfada, desata los vientos más fuertes, tiembla el mar y se hunden las embarcaciones. Por eso, en su día, todos los barcos dejan de navegar para rendirle honores.

Los marinos y los pescadores y sus familias van a la iglesia a festejar a San Nicolás. Después, celebran la comida tradicional en su honor, consistente en pescado y marisco, y muy a menudo se sirve carpa rellena de nueces.

Antonia Ancos de Oro, una de nuestras artistas

Arriba, el punto de llegada; a continuación, el de partida...

El día de San Jorge, por Adrian Asenov Yuliyanov

Imagen de Wikipedia.

La fiesta del día de San Jorge es muy tradicional en todo mi país, Bulgaria. Se celebra el día 6 de mayo, cada año.

La fiesta comenzó a celebrarse porque San Jorge originaba infinidad de leyendas, como por ejemplo que San Jorge ayudó a la gente de Bulgaria a matar un dragón.

En esta fiesta se bailan danzas alegres con música de todo el mundo, sobre todo música balcánica. La comida típica es cordero asado en el horno con ensalada de verduras. Cada familia mata un cordero para comer. Además, se bebe aguardiente fuerte y cerveza fría. También los militares visten sus trajes típicos y desfilan en Sofia, la capital del país. Sin embargo, la tradición más sorprendente es que cuando se mata el cordero, las personas ponen un poco de su sangre en la frente de las personas para proteger su salud.Esta fiesta es especial porque todo el mundo la celebra, y es en primavera. El tiempo es muy bueno para celebrar la fiesta en la calle. ¡A mí me gusta mucho!

Tarta de manzana, por Mayka

Imagen de Wikipedia.

Ingredientes

· 1 vaso de leche

· 1 vaso de harina

· 6 sacarinas o 6 cucharadas de azúcar

· 2 huevos

· 1 kilo de manzanas Reineta

· 1 sobre de levadura

Para adornar

· 2 manzanas

· Mermelada de melocotón

· Algún licor dulce y agua

Elaboración

Cortamos en trozos las manzanas, las echamos en el vaso de la batidora, añadimos el resto de ingredientes y batimos hasta conseguir una mezcla homogénea y sin grumos.

Vertemos la masa en un molde, que habremos untado con mantequilla y un poco de harina con anterioridad.

Decoramos con las manzanas restantes (peladas, descorazonadas y cortadas en láminas). Introducimos la preparación en el horno, precalentado a 180º, durante 45 minutos, más o menos.

Pinchamos la tarta con la punta de un cuchillo para saber si está cuajada. Si sale limpio, sacamos la tarta y si sale con restos de masa la dejamos un ratito más. La parte decorada se dorará un poquito.

La sacamos del horno y dejamos que se enfríe.

Batimos la mermelada, algún licor dulce y un poquito de agua y extendemos la preparación sobre la tarta con una brocha.

Comprobarás que es muy fácil de hacer y que está riquísima; incluso si estás a dieta puedes comerla y apreciarás que no engorda.

Mis lágrimas, por José Luis Seoane Otero

Tú eres como la luna,

Tú eres como el mar,

El mar que llena mis lágrimas,

Al contemplarte cada día, cada noche,

Solo pienso en ti.

Tu cuerpo se desliza entre un cielo azul,

Azul, como las olas,

Que atraviesan todo mi cuerpo.

Tus ojos marrones como la tierra labrada,

La tierra que se esconde en mil palabras,

Palabras escritas en cuatro versos,

Versos, versos, que se cruzan en forma de sonidos

Sumergidos por el llanto de un niño.

Almuñécar, por Luis Pérez

Imagen de Wikimedia.

En la actualidad, Almuñécar es una localidad ciertamente próspera. Además de un importante centro de vacaciones es un destacado núcleo de cultivos tropicales gracias a la bondad de su clima, con temperaturas muy benignas en invierno, gracias a su orientación meridional y a la protección que le brindan de los vientos del norte los macizos montañosos. La ciudad es hoy centro del mercado comarcal de la Hoya de Almuñécar , lugar de comercio de toda clase de frutos subtropicales (chirimoyas, aguacates, nísperos, plátanos), así como de la caña de azúcar, algodón y granados; también cuenta con buenos viñedos, olivares de molino y otros cultivos clásicos andaluces.

Su otra gran fuente de ingresos es el turismo. Dado que Almuñécar posee algunas de las mejores playas de Andalucía, en sus alrededores se ha levantado un gran número de urbanizaciones veraniegas que se extienden a lo largo de la costa, y sobre el Peñón de las Caballas se ha creado el puerto deportivo Marina del Este, un enclave siempre amenizado por chiringuitos y diferentes locales de copas. Entre sus monumentos destacan el Acueducto, la Torre del Monje y la Cueva de los Siete Palacios, los tres de la época romana. Del acueducto sólo se conservan algunos tramos.