Desde hace muchos años ocupo un puñado de horas todos los
veranos en preparar tomate en conserva que me provee de este producto para todo
el año, y os aseguro que resulta exquisito para cocinar buen número de platos y
tiene éxito total en quien lo prueba. Por si os interesa, os dejo el
procedimiento que sigo.
Limpia muy bien los frascos de cristal, que la higiene
resulta fundamental siempre y, especialmente, en este tipo de procesos, para
que los bichitos de que nos hablan los profes no echen a perder el trabajo.
Lava los tomates, pélalos, pícalos y envásalos llenando los
frascos poco a poco, empujando el tomate con una cuchara de madera, para que el
producto esté bien prensado y que no le quede nada de aire, y tápalos todo lo
fuerte que puedas.
Pon los botes en un recipiente grande de modo que los cubra
bien el agua. Enciéndele el fuego y deja que hiervan treinta minutos. Luego,
apaga el fuego y espera a que se enfríen en el mismo recipiente, siempre de pie
desde el comienzo hasta el final.
Estoy segura de que os resultarán muy bien. ¡Buen provecho!