Yo la amaba demasiado, una lágrima recorría su rostro y moría en sus pies, donde estaban rotos sus recuerdos, ilusiones e incluso el alma.
Yo la amaba demasiado, una lágrima recorría su rostro y moría en sus pies, donde estaban rotos sus recuerdos, ilusiones e incluso el alma.
Etiquetas: Literatura, Microrelatos, Poesía, Reflexión
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