domingo, 26 de abril de 2015

Visita al Real Jardín Botánico


23 de abril “Día del Libro”… Cuesta de Moyano…
Al pie de una estatua leo, sí, he dicho bien, leo, lo repito otra vez, leo, en voz alta, el texto que figura al pie:

“Este monumento se erigió en este lugar en 1899 fue posteriormente trasladado, restituyéndolo el Ayuntamiento de Madrid a su primitivo emplazamiento con ocasión de conmemorarse el CXXV aniversario de la promulgación de la ley de instrucción pública de 22 de julio de 1857 que tuvo en el insigne catedrático y político D. Claudio Moyano Samaniego su primer inspirador y su más preclaro impulsor y artífice. 28 de marzo de 1982 siendo alcalde de la Villa D. Enrique Tierno Galván”

Esta vez soy yo quien leo. ¡Cuántas veces me han tenido que leer los carteles y los textos de los sitios que visitaba con la familia! Muchas… hasta que un día me dije que yo también tenía que saber leer. Búscame un colegio, le dije a mi hija: quiero aprender a leer. Me apunte a uno. Han pasado ya unos años, ahora veo el fruto. Leo.
Levanto la vista del monumento y veo la hilera de casetas de los libros de viejo de la Cuesta de Moyano. He oído hablar mucho de ella, de los libros baratos que la gente compra y todas esas cosas… pero… ¡como yo no sabía leer! Siempre he pasado de largo.
Nosotras no vamos a leer tanto, me comenta una compañera. ¡Madre mía cuántos libros!
Lo de leer cuesta, si lo sabré yo. Tanto como subir esta calle. Del brazo de una compañera llegamos al final de la calle. Otra estatua: la de D. Pío Baroja. El profe nos habla de él. ¡Si mi marido, que en paz descanse, me viera! Rodeada de libros, escritores… El profe dice que somos unas “friquis que molan” y que eso de que a nuestra edad estemos en el colegio dice mucho de nosotras. No sé bien lo que nos ha dicho pero creo que es bueno.
Yo le contesto algo como para no darme importancia pero en mis adentros me gusta que nos diga esas cosas Mi “compa” me da con el codo y me dice: ¡Cómo te gusta que te regalen el oído! Pues claro que sí. Estamos un poco faltas de cariño. A veces yo misma me pregunto: ¿qué hago en el cole?
Si. Algunos días me cuesta ir al colegio. A veces estoy cansada y me quedaría en casa tranquila pero otras como hoy me gustaría gritar a los cuatro vientos. 
¡Se leer! 
Y lo de hoy es prueba de ello.

Pili Alumna imaginaria

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