miércoles, 6 de abril de 2011

«Mi patria es mi infancia» (Rilke), por Esperanza del Río Martínez


Imagen de Wikipedia.


Nací en Galicia en un pueblo llamado Órdenes, que se encuentra entre Santiago y La Coruña. Vine a Madrid para buscar mejor vida. Al principio me costó mucho, pero no quedaba otra que adaptarme para poder vivir mejor. ¡Ahora me gusta! Es una ciudad que tiene de todo: cines, teatros, actividades deportivas, zonas verdes. Bueno, si no fuera por la mano del hombre todo estaría mejor. Hay zonas muy sucias, vivimos en edificios que parecen cajas de zapatos unos encima de otros, algunos parecen hormigueros. No cuidamos nuestra ciudad, los parques los fines de semana se llenan de gente, y muchos no respetan el entorno. Los lunes por la mañana cuando sales de casa tienes que tener cuidado por donde pones el pie: botellas, papeleras rotas, residuos de comida tirados; y da mala imagen.

Galicia, sin embargo, está más cuidada. Tengo morriña de sus zonas verdes, de sus bosques de eucaliptos, las grandes praderas, el mar, poder respirar el aire fresco al abrir la puerta.

Pero no es todo malo en Madrid, ya que tiene sus ventajas, como es tener la sierra o si no quieres ir tan lejos, quédate en el centro y pasea por sus parques, entre los que recomiendo el Retiro, el parque de la Arganzuela y el parque del Oeste.

Sé que Madrid es ahora mi hogar porque fue la ciudad que me permitió mejorar y prosperar, pero siempre llevo conmigo los recuerdos de la tierra que me vio nacer y que tanto echo de menos. Como muestra de morriña, os dejo el Negra Sombra, de Rosalía, en versión en castellano:

Cuando pienso que te fuiste,

negra sombra que me asombras,

a los pies de mis cabezales,

tornas haciéndome mofa.


Cuando imagino que te has ido,

en el mismo sol te me muestras,

y eres la estrella que brilla,

y eres el viento que zumba.


Si cantan, eres tú que cantas,

si lloran, eres tú que lloras,

y eres el murmullo del río

y eres la noche y eres la aurora.


En todo estás y tú eres todo,

para mí y en mí misma moras,

ni me abandonarás nunca,

sombra que siempre me asombras.

No hay comentarios: