lunes, 20 de abril de 2009

Mi primera clase de Informática

Imagen de Wikipedia.

Aceptadme el anonimato, por favor, que más importante que me identifiquéis lo es mi experiencia.
Ya no podré olvidar mi primera clase de Informática: un aula amplia con sus ordenadores perfectamente alineados, un alumno frente a cada monitor, la presentación del profesor y de los participantes, la expresión de nuestros objetivos y el primer texto que tecleé, un auténtico abrazo de bienvenida. Dice así:

Don Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, vivió más de cuarenta años en Madrid, en cuya Facultad de San Carlos fue catedrático.
Nuestra capital le homenajeó con múltiples manifestaciones de cariño. Contaba casi 75 años cuando se inauguró el conjunto escultórico del Retiro a él dedicado. Y es que don Santiago amaba Madrid. No en vano, manifestó: "¡Madrid!..., con razón te llaman tierra de amigos. Acoges amoroso a todos tus hijos de España, hasta los nacidos en las más remotas comarcas peninsulares y ultramarinas. No preguntas a nadie de dónde viene; te contentas con saber que el nuevo huésped aporta un programa de actividad útil y siente arder en su corazón la llama del ideal patriótico. Eres grande, porque eres generoso y magnánimo."

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