miércoles, 22 de abril de 2009

Recuerdo emocionado del abuelo Francisco, por Carmelo Sánchez Durán



Coincidiendo con el Día de la Tierra, Carmelo nos deleita con este recuerdo:

Mi abuelo paterno se llamaba Francisco. Era campesino, alto, corpulento, más bien gordo, campechano y tratable con todo el mundo. A los nietos nos enseñaba a cuidar los árboles, los animales domésticos y aun a los que vivían en libertad en el campo. Tenía un caballo blanco que se llamaba Cano. Con él me llevaba al campo a coger higos, peras, ciruelas y manzanas que él tenía. También era devoto de la Virgen de la Aurora, de la que era presidente de su cofradía.
Los sábados por la noche me decía:
—¿Quieres levantarte mañana para asistir al Rosario de la Aurora y luego vamos al campo?
Y yo le contestaba contento:
—Sí, y me enseñas los nidos de las tórtolas y vemos las perdices correr por el campo.
—Puede que veamos también alguna zorra —añadía el abuelo.
Dimos de comer a los cerdos que él tenía en el olivar, escuché el canto de las alondras, observé cómo las perdices buscaban alimento en el barbecho…
¡Qué hermoso está el campo al amanecer! Del abuelo Francisco aprendí también que no deben tocarse los huevos de tórtola en su nido, para evitar que sus padres los aborrezcan. De este modo pude ver los tortolitos en el nido dos semanas más tarde. Así aprendí a cuidar la naturaleza.

Imagen de Wikipedia.

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