martes, 1 de diciembre de 2009

Asistiremos a la representación de «Drácula», por Carlos Manuel Ruiz Jiménez


Imagen de Wikipedia.

El próximo día 15 asistiremos a las 8 de la tarde a la representación de Drácula, basada en la novela de Bram Stoker, en el teatro Valle Inclán

Así ve la obra Ignacio García May, el director
«El dolor –escribe Jünger en 1934– es una de esas llaves con que abrimos las puertas no sólo de lo más íntimo, sino a la vez del mundo». Resulta asombrosamente significativo el hecho de que la mayoría de las películas y novelas contemporáneas sobre vampiros incidan en la identificación del vampirismo con el placer sexual mientras que esconden descaradamente la esfera del dolor tras la apariencia de lo brutal y lo granguiñolesco; máscaras, éstas, que, en su propia y excesiva formulación, desmienten la pretensión de ser tomadas en serio. Pero es el dolor el tema esencial de las historias de vampiros, y sólo en segunda instancia aparece el sexo como ejemplo, y ni siquiera único, de aquellos territorios en que se rozan lo placentero y lo doloroso. 

La catástrofe de nuestra época es que vive bajo el espejismo de que el dolor puede ser evitado y hasta anulado; pero como esto es mentira, el resultado es que su poder se hace cada vez mayor mientras decrece la capacidad de los seres humanos para enfrentarse a él o incluso entenderlo. Compruébese cómo en estos tiempos de la crisis la gente vive aterrorizada porque creyó en algo que, de entrada, nadie tenía autoridad para prometer: la seguridad. Sólo cuando entendamos que nuestra crisis no es económica, sino que debe ser entendida en su pura etimología, empezaremos a ver los cambios. 

Nuestro Drácula parte de la formidable novela de Bram Stoker para hablar de todo esto. Así pues, que el espectador no espere de nosotros efectos gore ni colmillos postizos. Ahora bien, citando de nuevo a Jünger, lo que sí podemos prometerle es no tener miramientos con él.

Biografía del autor
Abraham, Bram, Stoker nació en 1847 en Dublín, Irlanda. Sus padres fueron Abraham Stoker y la feminista Charlotte Mathilda Blake Thornely. Stoker fue el tercero de siete hijos. Stoker permaneció postrado en cama hasta los siete años. Tras su recuperación se transformó en un joven normal, incluso destacándose como atleta (fue nombrado atleta de la Universidad) en el Trinity College, en Dublín (1864 – 1870), de donde se graduó con honores en matemáticas. Fue auditor de la Sociedad Histórica del Colegio y presidente de la Sociedad Filosófica de la Universidad.

En 1878 Stoker contrajo matrimonio con Florence Balcombe, una popular belleza cuya pareja anterior había sido nada menos que Oscar Wilde. La pareja se trasladó a Londres, donde Stoker administró los negocios del Teatro Liceo de Irving, una posición que ocupó durante 27 años. El 31 de diciembre de 1879, nació el único hijo de Bram y Florence, al cual bautizaron Irving Noel Thornley Stoker. La colaboración con Irving era muy importante para Stoker, y a través de él se vinculó con la clase alta londinense, donde conoció, entre otras destacadas figuras, a James Mcneil Whistler y a Sir Arthur Conan Doyle. En el marco de los tours de Irving, Stoker tuvo la oportunidad de viajar alrededor del mundo. A mediados de los 90, Stoker se convirtió en miembro de la Orden Hermética del Golden Dawn, una orden fraternal y mágica que también incluía entre sus miembros a W.B.Yeats, el ocultista Aleister Crowley, Arthur Edward Waite, la actriz y música londinense Florence Farr y otros. Stoker mantenía sus ingresos escribiendo cantidad de novelas, siendo más famosa la del vampiro Drácula, para la cual invirtió ocho años investigando folklore europeo e historias de vampiros. Drácula es una novela epistolar, escrita a manera de una colección de anotaciones diarias, telegramas, y cartas de los personajes, así como recortes de los periódicos de Whitby y Londres, para relatar los eventos no presenciados directamente por los personajes de la historia.

El personaje de Drácula
Gran número de personas cree que Stoker basó su personaje en una figura histórica: Vlad Tepes, conocido como Vlad el Empalador, o Drácula, así como en leyendas de vampiros de Europa oriental. Tepes vivió en el siglo XV y fue príncipe de Valaquia (la cual, junto a Moldavia y Transilvania integrara el reino de Rumania).

Desde corta edad, Tepes desarrolló una fascinación morbosa por las mazmorras del castillo de su padre, que detuvo las incursiones otomanas apelando a una gran crueldad. Según la historia, y grabados que lo testimonian, Vlad Tepes juntaba en un cuenco sangre de sus víctimas, y mojaba en ella el pan mientras comía. Bram Stoker conoció a Voivoda Drácula a través de un libro sobre Valaquia y Moldavia, en el que su autor informaba: «Drácula, en la lengua nativa de Valaquia, significa Diablo». La sonoridad del nombre le gustó a Stoker, que había bautizado a su vampiro «conde Vampi», y que pasó a ser conde Drácula. No obstante, Stoker no sabía nada sobre la vida de Tepes, y la novela Drácula no guarda relación con él. Para describir los paisajes de Rumania Stoker extrajo información de la novela La tierra más allá de los bosques (Emily Gerard, 1888) y el Informe sobre los principados de Valaquia.

Sobre quien sí se basó Bram Stoker para la novela fue en la condesa Erzsébet Báthory (1560-1614), que bebía sangre y se bañaba en ella, creyendo que le devolvería la juventud. Residente de Transilvania, solía publicar avisos solicitando doncellas para sumarse a su corte, para luego asesinarlas y quitarles la sangre. Al momento de ser descubierta, en las mazmorras de su castillo se hallaron decenas de cuerpos de mujeres sin una gota de sangre. Sus ayudantes fueron decapitados, en tanto la condesa fue condenada a vivir encerrada en su cuarto, siendo alimentada por un hueco en la pared.

La novela de Bram Stoker
La novela comienza con Jonathan Harker, un secretario del juzgado inglés recientemente nombrado y su viaje en tren y carruaje desde Inglaterra al remoto castillo del Conde Drácula, situado en las montañas cercanas a Transilvania y Moldavia. El propósito de la misión es proveer asistencia legal a Drácula para una transacción supervisada por el jefe de Harker, Peter Hawkins, en Exeter, Inglaterra.

Inicialmente seducido por los modales de Drácula, Harker pronto descubre que se ha convertido en un prisionero en el castillo. También comienza a percibir inquietantes facetas de la vida nocturna de Drácula.
Tras apenas escapar con vida del castillo, Harker regresa a Inglaterra. Poco después, un barco ruso arriba a las costas de Whitby, Inglaterra, durante una fuerte tempestad. Toda la tripulación se encuentra desaparecida, y tras consultar el cuaderno de bitácora del capitán descubren que fueron desapareciendo uno a uno a causa de una presencia maléfica. Pronto Drácula ronda a la prometida de Harker, Wilhelmina, Mina, Murray, y a su vivaz amiga, Lucy Westenra. Lucy es seducida por Drácula y pronto comienza a actuar de manera extraña, (esto es deducido por el Profesor Abraham Van Helsing, antiguo maestro del Dr. Seward, uno de los pretendientes de Lucy, que acude en busca de su consejo).

Lucy y su madre son atacadas y asesinadas por un lobo. Van Helsing, conciente de su condición de vampiro, confía a los Seward y los restantes pretendientes, Lord Godalming y Morris, esta realidad, y tras buscarla finalmente la matan. Jonathan Harker y Mina, ya marido y mujer, se unen al grupo, con el fin de acabar con Drácula, el cual, tras tomar conocimiento de que el grupo se ha unido contra él, toma revancha visitando a Mina en varias oportunidades, alimentando a Mina con su sangre y creando un lazo espiritual entre ambos para controlarla.

Mina pronto cae en un estado de semi-trance durante el cual es controlada telepáticamente por Drácula, gracias a lo cual el grupo puede deducir los movimientos de Drácula, si bien a medida que persiguen a Drácula hacía su castillo, a quien logran alcanzar antes del atardecer y atravesar con una estaca.
La inspiración de Stoker para la historia provino de visitas al castillo de Slains y a las criptas debajo de la iglesia St. John the Baptist, donde fue bautizado.

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