lunes, 16 de enero de 2012

Esposa, madre y abuela, por Victoria Martínez

Imagen de Wikipedia.

Cuando tuve a mis hijos fue una alegría;

entonces me di cuenta de que me querías porque algo tuyo tenía.

Lo mismo que ahora están los hijos pendientes,

eso lo sé, pero falta alguien que no nos ve.

Criamos a los hijos con mucha fuerza

y tuvimos al final la recompensa.

Nos han salido buenos y cariñosos

y creo que también son buenos esposos y buenos padres:

están pendientes de sus chavales y más detalles.

Tenemos once nietos,

unos nos llaman y otros vienen,

y los pequeños es que no pueden.

Y los biznietos, ¡qué alegría!

No les veo tanto como querría.

Está Sergio, es el mayor, ese niño es un primor.

Diego, cariñoso, además es estudioso.

Silvia, muy pizpireta y muy coqueta.

Álvaro, morenito, parece un gitanito.

Rocío no se está quieta y al hermano le hace bien la puñeta.

Y las pequeñas, una es Daniela, es muy bonita y todavía es chiquita.

Y Lucía, más bonita cada día.

Y el más pequeño, no lo sé,

porque todavía la cigüeña no nos lo deja ver: ese es de Rober.

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