martes, 31 de enero de 2012

La factura de la electricidad, por Adriana Amaiz Arruti

Imagen de Wikipedia.

Incluimos hoy el segundo trabajo de la alumna Adriana Amaiz Arruti, merecedor de uno de los diez premios de la VII edición del concurso Consumo, salud y calidad de vida, convocado por la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes, FUCI.

Toda persona capaz de contratar que habite o utilice de modo permanente un inmueble tiene derecho:

  • A recibir servicio de electricidad.
  • A elegir el suministro que se adapte a sus necesidades.
  • A recibir información y asesoramiento para realizar un uso racional de la energía.
  • A recibir el servicio con un mínimo de calidad.
  • A indemnizaciones siempre que se pruebe y valore el daño con relación al suministro de mala calidad.
  • Y a conocer cómo darse de baja si así lo requiriese, sin penalización antes de finalizar el año.

Muchos derechos, pero cada vez hay más timos y engaños. En la teoría tenemos muchos derechos pero en la práctica cuesta hacerlos valer. Desde la liberación del mercado de la electricidad las compañías ofrecen favorecer al usuario pero confunden y engañan, dicen que es una oferta de la compañía y lo que quieren es firmar un contrato haciendo creer que es una mejora cuando en realidad es un cambio a otra compañía. Los ingresos obtenidos por el recibo de la luz no cubren los costos que soporta el sistema eléctrico, y suben la luz para ajustar el déficit de tarifa y compensar la subida de energía por la subidas del precio de la materia prima, carbón, gas y petróleo.

¿Debemos resignarnos a las sucesivas subidas o renegociar continuamente nuestro contrato buscando la mejor oferta y ahorrar? Mi recomendación es buscar ofertas de compañías eléctricas que proponen una tarifa fija durante un año y descuentos temporales.

Hay que estudiar la compañía suministradora más adecuada, tener en cuenta la potencia contratada y los consumos anuales. Las compañías hacen continuas modificaciones en sus tarifas, hoy puedes decantarte hacia una y en unos meses puede haber una oferta más interesante.

Lee las cláusulas del contrato y asegúrate del tiempo que esté en vigor la oferta. Y no olvides que si la obligación del usuario es abonar la energía consumida, la obligación de la compañía es atender la demanda del consumidor.

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