miércoles, 5 de junio de 2013

Microrrelato "Madre Tierra", por Esmeralda Corisco

Fui a un lugar que no hubiese sido tocado por la mano del hombre. Andando por el bosque olía el final de la primavera, la lavanda lo impregnaba todo. Me paré a coger moras, se oía a un cuco cantar, me iba llenando de energía. Llegué a una garganta, oía correr el agua llenándome de bienestar. Salté de una piedra al agua, estaba fría, cada músculo se fue relajando con el agua fresquita y pura. Me fui relajada y no me hizo falta ningún spa. Nada mejor que la Madre Tierra para hacerte sentir bien.

No hay comentarios: