La fuerza de la vida (por Ana Belén)

Soy alumna del centro, una chica como tú, sin ninguna otra particularidad. ¿Mi nombre? Mi nombre lo eligió mi padre. Me contó que, estando mi madre embarazada, se fueron al cine a ver una película y la actriz le gustó mucho, y por eso me llamo Ana Belén.
¿Qué más puedo contaros? Que tengo 32 años y desde que tenía 7 convivo con la palabra cáncer. No, no os asustéis, yo no lo padezco pero lo sufro. Mi padre padece cáncer de colon, mi madre de pecho, mi hermano de colon y hasta hoy paro de contar. Yo creo que ya está bien, ¿o no? Qué mala suerte, ¿verdad? Pues sí, pero al toro hay que cogerle por los cuernos y ver lo positivo de las experiencias que nos da la vida.
Puedo deciros que tengo los padres más maravillosos del mundo, con sus defectos y sus virtudes, por supuesto, pero con mucho coraje, mucha fuerza interior, que día a día me demuestran que hay que luchar mucho en la vida y que si la muerte nos viene de frente, pues le damos la espalda y a seguir luchando, que la vida son cuatro días y hay que vivirlos.
Por la experiencia que me dio la vida sé que cuando escuchamos la palabra cáncer pensamos en muerte, pero yo puedo deciros que no es cierto, que se puede superar, que se pasa muy mal pero que tiene solución, que lo importante es cogerlo a tiempo y poner toda la fuerza del mundo para superarlo. Dejadme contaros que soy madre de un niño de cinco años que es el que nos quita las penas y el que nos da fuerzas a todos para seguir luchando. Mi niño es la alegría más grande que nos ha dado la vida. Por eso hay que luchar, para que él pueda disfrutar de su familia y sentirse tan orgulloso de sus abuelos y de su tío como yo me siento.
Espero que con mis palabras veáis lo importante que es luchar en esta vida y que tiene mucho más valor un beso, un te quiero o un abrazo que nada en el mundo, que yo, gracias a Dios, todavía los tengo conmigo y les puedo dar mil besos, y eso es lo que me da la fuerza para seguir viviendo.