jueves, 24 de enero de 2008

Palabra de Esperanza, por Esperanza Vázquez Salas

Me llamo Esperanza, nací en Cantabria el año 28 y apenas pude ir a la escuela porque siempre estuve trabajando. Me quedé viuda a los sesenta años, pero como trabajaba no tenía tiempo para sentir la soledad, y fue al jubilarme cuando no sabía qué hacer con mi vida.
Un familiar me habló del colegio Daoíz y Velarde, me matriculé y empecé mi aventura en una clase de Neolectores. Poco a poco fui pasando a otras clases, conocí a nuevos compañeros y a nuevos profesores, y de todos guardo un recuerdo cariñoso. Cuando se acerca la Navidad, celebramos anticipadamente las fiestas en clase, y es que estamos muy unidos.
Yo he disfrutado mucho participando en excursiones, visitando museos y asistiendo a funciones en cines y teatros, estoy pasando unos años muy felices y todo se lo debo al colegio, que no sé lo que habría sido de mi vida si no me hubiera matriculado hace ya unos cuantos años, que me dicen la veterana de la casa.
Por todo esto, doy las gracias de corazón a todas las personas que me ayudaron. ¡Un fuerte abrazo!

No hay comentarios: