jueves, 21 de febrero de 2008

Lo desconocido produce miedo, por Sergio Campos, 6º C

Había una vez un niño llamado Timi. Era un niño con una imaginación desbordante, tanto que sus ojos veían cosas donde no las había. Timi le tenía pánico a su habitación, puesto que en ella no se sentía cómodo ni seguro.
Había algo bajo su cama que le atormentaba y que hacía que su pequeño ser temblase de miedo, podía escuchar unos sonidos para él desconocidos que llegaban desde allí.
Un día Timi se armó de valor y fijó su mirada debajo de aquella pequeña cama, poco a poco bajaba la cabeza. Mientras lo hacía, la madera del suelo de su habitación producía un ruido infernal a medida que se acercaba, haciendo que el niño dudase cada vez más en concluir su impulso. Pero una inercia le obligaba a acercarse aún más y más. Iba a conocer a aquel ser que moraba bajo su cama. Al terminar el trayecto, su pequeña cabeza descubrió que el ser desconocido no era más que un muñeco polvoriento, con una batería que le daba movimiento y producía sonidos.

No hay comentarios: