jueves, 17 de marzo de 2011

La plantita Lupita, por Jesús Lucena Martínez


Había una vez una plantita que se llamaba Lupita y que vivía en una ventana. Un fuerte día de viento, el aire sopló y sopló y Lupita se cayó.

Unos niños que pasaban por allí vieron a la pobre Lupita tumbada en el suelo muy triste porque tenía mucha sed y hambre. Los niños, como eran niños, pensaron qué podrían hacer para ayudar a la pobre Lupita. Pensando y pensando… se les ocurrió una idea: plantar a Lupita en el jardín.

Había un problema, tenían que decírselo a sus papás. Ellos no sabían nada de lo que había pasado y tenían que darles permiso para plantar a Lupita.

–¡Papá, papá! No puedes imaginarte lo que ha pasado, la plantita que vivía en la ventana se ha caído debido al fuerte viento, pero hemos tenido una idea para ayudarla.

–¿Cuál es? –dijo su papá.

–Pues plantarla en nuestro jardín

–Claro que podéis. Los niños cogieron sus palitas y se marcharon a plantar a Lupita.

Al día siguiente, al verla tan seca, las nubes y el cielo se pusieron a llover, y Lupita bebió y bebió hasta recuperar su color. Después salió el sol y Lupita se calentó. ¡Qué suerte había tenido Lupita!

Gracias a la ayuda de los niños, Lupita se convirtió en una planta muy bonita. Con el paso del tiempo llegó a ser un árbol muy grande y con muchas ramas y hojas donde los pajaritos hicieron sus nidos. Lupita estaba encantada, porque le gustaba tener muchos amigos. Y de esta manera, Lupita fue feliz para siempre.

Moraleja: De suerte, contento uno de cientos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encanta tu cuento jesus deverian contratarte en una editorial infantil ya ke tus obras son muy buenas.